lunes, 27 de septiembre de 2010

La desafiliación de Sudáfrica en 1962 impidió al seleccionado participar durante 24 años en torneos internacionales organizados por la FIFA.
El certamen de la reivindicación
Con la abolición del apartheid y la restitución del sistema  democrático, Sudáfrica demostró con el mundial de fútbol que trabajando en equipo todo es posible.

11 de julio de 2010. Johannesburgo es el escenario a flor de piel, de la aplastante victoria de la democracia y la unión del país sobre cualquier discriminación racial. Sobre cualquier intento de quitarle a la gente la inmensa alegría de haber aprobado con éxito, la cuestionada organización de la Copa Mundial. Un evento tan magno e imponente demostró al mundo entero, y a los mismos sudafricanos, que cualquier tipo de segregación había desaparecido por completo.
Y si Iniesta fue el hombre del mundial, Mandela fue el hombre de la revolución. Un demócrata a ultranza, capaz de sobreponerse a las más diversas adversidades. Capaz de anteponer su vida a cualquier precio para poder llevar a cabo sus ideales sociales y pacifistas.
Se inicia al Apartheid
1948 representa la fecha del asesinato de la democracia. Se produce el mayor golpe social para la nación sudafricana. Se parte en dos, a un país, impedido de protestar, que solo puede y debe acatar. Las elecciones de 1947 produjeron  el peor desastre segregacional, producto de la victoria a partir de la unificación  entre el partido Nacionalista y el partido Afrikáans.
1962 es el año en que la política del Apartheid produce un duro golpe al deporte y sobre todo al fútbol ya que el seleccionado sudafricano es desafiliado de la FIFA, e impedido de participar en cualquier torneo internacional organizado por el máximo ente futbolístico. Esta desafiliación es producto de la injerencia política en el fútbol (como norma principal la FIFA condena cualquier intromisión de un organismo político dentro de alguna federación), cuando la Federación Sudafricana quiso presentar un equipo conformado sólo por jugadores blancos para las eliminatorias para el mundial de Inglaterra 66 y otro equipo de negros para el de México 70. Una barbaridad.
Si la mala utilización de la política ensucia y trastoca las sociedades a consecuencia de sus acciones, la participación de los colonizadores ingleses logró mellar en lo más profundo a la sociedad negra sudafricana. El Apartheid trajo consigo desigualdad, segregación, racismo, muerte, analfabetismo, enfermedades, masacres y sobre todo, un estado totalmente dividido y poco identificado con la idea de nacionalismo.
Con la discutida victoria política e ideológica, el país entero ingresó a su peor etapa como nación. Cada individuo y “ciudadano” del estado sudafricano debería ser segregado de acuerdo a su raza, sólo por el color de piel. En una inmensa cantidad de distritos, se obligó  a los no blancos a salir de allí. Los negros tenían prohibido utilizar las playas, escuelas, hospitales, autobuses; aunque parezca increíble los autobuses también, y hasta las bancas de los parques públicos.

Poster de la marginación

Los desterrados por la regulación
El país se dividía en dos sectores sociales y raciales; totalmente distintos, desiguales y sobre todo, discriminados, en el caso de los negros. Los discriminados tenían que portar documento de identidad en todo momento, además de tener prohibido ingresar a las ciudades donde antes vivían.
Se vivió tal separatismo que sólo los blancos tenían los privilegios que cualquier ciudadano común debería tener al ser miembro de una sociedad. El encargado de tal regulación fue Johannes Gerhardus, tras instaurar leyes fuera de contexto, prohibía a los negros a no ocupar posiciones en el gobierno ni tampoco al derecho al  voto electoral,  excepto en algunos lugares segregados. Los negros no podían tener negocios ni realizar prácticas profesionales en áreas asignadas para blancos. Un crimen.
Cada grupo racial debía portar un pase para ingresar a la zona dominada exclusivamente por los blancos. Se segregó por completo el transporte, los hospitales para negros carecían de electricidad y agua. En el tema de salud deportiva los hospitales para blancos, contaban con los últimos avances tecnológicos. El deporte no existía por la política limitante del Apartheid.

La inversión en educación de un niño negro costaba el 10% de la correspondiente a un niño blanco. La educación superior era negada a la población negra. Un pueblo ignorante es un pueblo dominado y sumiso decía Maquiavelo (divide y vencerás); Sudáfrica no estaba muy lejos de serlo.
Un buen defensa golpea
Los defensores del Apartheid, argumentaban que la discriminación estaba basada legalmente en que los negros no eran ciudadanos sudafricanos sino ciudadanos de otros estados independientes, conocidos como  Bantustanes, los que alojaban a la gente negra. Asi, se crearon diez de estos estados autónomos cuya población alcanzaba el 80% de la población sudafricana. Podían transitar por el país pero se les consideraba transeúntes o población temporal. Entre 1960 y 1980 el estado obligó a tres millones y medio de habitantes a ocupar estas zonas.
Se dividió a la población en cuatro grupos; los mestizos (mestizaje entre bantúes y gente de ascendencia europea), blancos, negros e indios. En casos excesivos para determinar quién era mestizo, se llegó al extremo de examinar las encías de las personas para distinguirlos de los negros.
1983 es la fecha del comienzo del cambio sudafricano.  Una reforma constitucional permitió a los mestizos y a los indios participar en las elecciones que elegirían un parlamento de color, subordinado al parlamento blanco. La teoría del Apartheid sostenía que los de color eran ciudadanos de Sudáfrica con derechos muy limitados, mientras que los negros, eran ciudadanos de cualquiera de los diez estados autónomos creados para ellos.
Pero a partir de esta intervención en los sufragios de los ciudadanos negros, se sentó un precedente de participación en el sistema Apartheid.
Mandela: Protesta, igualdad y democracia
El  Partido radical del Congreso Africano, se encargó de organizar protestas en repudio de las leyes que segregaban y discriminaban. En Julio de 1963 varios de estos políticos fueron arrestados, entre ellos se encontraba Nelson Mandela. Los encarcelaron y condenaron a cadena perpetua. En su excelente declaración Mandela confiesa, “He luchado contra la dominación de los blancos y contra la dominación de los negros. He deseado una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con iguales oportunidades. Es un ideal con el cual quiero vivir y lograr. Pero si fuese necesario, también sería un ideal por el cual estoy dispuesto a morir".
Sudáfrica se aisló por completo del mercado internacional a partir del referéndum en donde eligió independizarse de Gran Bretaña. Este aislamiento fue fatal, la economía decayó, el país vivió una situación de inestabilidad total ya que dependía mucho del mercado internacional. Además, la guerra de Namibia, por el dominio de las fronteras trajo pérdidas económicas insalvables y ningún horizonte victorioso. El mundo le dio la espalda y cada gobierno evitó realizar negocios con Sudáfrica, se desafilio a su selección de fútbol de la FIFA y el estado entró en la crisis final. Con esta expulsión de la FIFA, el cuadro sudafricano no pudo disputar las eliminatorias desde el mundial de Inglaterra 66 hasta el de EEUU 94 donde cayó eliminado en las zonas africanas de clasificación.
Desaparición del Apartheid
Sin inversión en el país, a raíz de la demostración del sistema obsoleto, la caída de la moneda y el índice de violencia, en 1990 el presidente Frederik De Clerk declaró que se eliminarían las leyes discriminatorias en toda Sudáfrica, dando inicio a un proceso de democratización, libertad, igualdad y eliminación del racismo. Mandela fue la figura de esta renovación, fue el primer presidente negro de la historia del país.
1991. El Apartheid iba desapareciendo lentamente en todo el país. El seleccionado nacional fue admitido nuevamente por la FIFA para disputar las eliminatorias rumbo a EEUU 94. Se formó la Federación no Racista de Fútbol. El 7 de julio de 1992, la selección nacional jugó su primer partido internacional en décadas, venciendo a Camerún por 1:0.Este encuentro simbolizó la unión de un país, el sentimiento de pertenencia volvía a sentirse en las calles sudafricanas.
Si España fue ovacionada por el mundo del fútbol en Johannesburgo, Mandela es ovacionado en todo el planeta por sus ideales pacifistas y sobre todo por apartar del infierno a Sudáfrica.

 

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