*Jonathan Maicelo busca ser siempre el mejor. Primero fue el box, luego el baile y ahora incursiona en la política. Sin embargo, y a pesar de todos los logros que va cosechando, siempre mantiene una actitud humilde. Por eso se hace tan querido.
La primera vez que lo vi, llevaba un polo sin mangas que dejaba ver sus músculos, un jean y una correa con la imagen de una cobra grande, al centro. También unos lentes oscuros que no se quitaba por nada. “¡Maicelo, déjanos ver tus ojos!”, le pedían sus admiradoras. Él solo sonreía.
Yo hacía de cámara, entonces. Y con mi inexperiencia en el manejo del equipo mientras, además, caminaba de espaldas, estuve a punto de caerme un par de veces. “¿A ti te gusta el suelo, no?” -bromea- “¡Como a mis adversarios!”.
Con 26 años,
Conformarse, nunca
Boxea desde los 13 años, que fue recibido por el profesor Manuel Rojas en el estadio Melitón Carbajo. Es decir que ha dedicado la mitad de su vida a esta disciplina.
Ha competido en Muay Thai y vale todo. Y ha hecho de todo para salir adelante y ayudar a su mamá, quien lo crió sola. Ha trabajado en desalojos y levantando basura; vicisitudes que lo convirtieron en un hombre responsable y de familia, perseverante en el deporte.
Pero más allá de ser el rey en el ring, quiere probar que en la política también sabe noquear. Eva Roca, candidata a la alcaldía de San Miguel, lo ha convocado como regidor para el periodo 2011-2014, para que trabaje en la promoción del deporte, siendo un símbolo peruano. Sin embargo, esta convocatoria se debe también, quizás, a que es uno de los personajes más carismáticos en la actualidad.
Entrevistas, le han hecho mil. La Cobra no se niega ni se hace de esperar. Sencillo, “uno nunca debe perder la humildad”, dice. Saluda, bromea con quienes encuentra por la calle y se sonroja con los piropos que le lanzan las chicas (y no tan chicas).
Pasea por el barrio que lo vio crecer. Barrio bravo. Uno de los motivos por el cual aprendió a pegar tan bien y a estar siempre alerta, como la cobra cuando despliega su capucha. Y al igual que el reptil, lejos de haber sido encantado por el flautista, se contornea delante de él, y con la música de fondo, se mueve a su ritmo y estudia al contrincante. Dos pasos y golpea, generalmente con la derecha, aunque su izquierda es tan fulminante como el veneno mismo de la serpiente. Y, como sufriendo lentamente los efectos de dicho veneno, cae su víctima a la lona, con efecto retardado.
Humilde pero con 'pepa'
Ahora, decía que Jonathan Maicelo es sencillo porque no es de los que corta con sus raíces en cuanto alcanzan el éxito. Pero, punto seguido, él ‘sabe que es pepón’ y tiene que cuidar la cara, “yo también modelo”, remarca. Por eso, dice, le gusta noquear en primer round, para no arriesgarse a un golpe que le deje cicatrices.
Su aparición en los medios ha sido mucho más valiosa para aumentar su popularidad. Por su carisma y sus logros en el deporte, fue invitado a participar en el reality peruano ‘El Show de los Sueños’. Ahí demostró, como buen chalaco, su gran habilidad para el baile, llegando hasta la semifinal del concurso.
Es además, uno de los artistas presentados por Sublime para su promoción 'La semana más feliz de tu vida'. Y, por si eso fuera poco, Maicelo es el único que se ha atrevido a sobarle la barriga al presidente Alan García, como si fuera la estatua del Buda gordo de la felicidad. Casi casi un héroe.
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