lunes, 20 de septiembre de 2010

Las caricaturas: el ADN del alma

En un país donde las masas se sienten continuamente engañados por las clases gobernantes y les profesan poca confianza, donde los jóvenes ya no se interesan por la situación de la política del país, el humor político puede ser nuestra única forma de reivindicación y acercamiento.

Para Alonso Núñez el humor es un asunto serio, sobre todo cuando se trata del humor político. Por ello ha dedicado gran parte de su vida al perfeccionamiento del arte; empezó hacer caricaturas desde los siete años, cuando debutó publicando sus dibujos en un suplemento infantil de El Comercio, y hasta hoy no ha parado.
Detrás de su semblante serio y enjuto, se esconde un increíblemente fino sentido del humor y una percepción excepcional. Alonso cree que es posible vislumbrar el alma de una persona si se lo observa con detenimiento y expresar su verdadero ser mediante un dibujo. En ambos es un maestro.

Primeros trazos

¿Por qué hacer caricaturas?
Es un mecanismo raro, que puede animarse cuando uno quiere expresar algo sin palabras. Recurres a gestos, el lenguaje gestual primero, utilizas símbolos y alegorías.

¿Cómo llegó a elegir hacer caricaturas?
La caricatura es una cosa permanente en mí. No necesariamente la caricatura, la figura humana y el lenguaje gestual ha sido un trabajo de toda la vida.

Y ¿cuándo comenzó a hacer caricaturas?
Empecé de niño, cuando tenía siete años. Yo era un chiquillo enfermizo y un día que falté al colegio me puse a hacer unos ovalitos todos iguales, con los mismos ojos y nariz. Luego probé cambiarle la boca, me pareció entretenidísimo como, utilizando otro gesto, cambiaba la expresión.

En sus caricaturas casi nunca hay texto
El lenguaje gestual es infinito y único en cada individuo, como el ADN del alma. Me di cuenta que a través del lenguaje gestual puedes contar una historia, sin necesidad de poner leyendas ni texto. Claro que para eso hay que estar acostumbrado, no todos estamos preparados para, a partir de un gesto interpretar a una persona, eso es una práctica de toda la vida.

El personaje que nos molesta
 

¿Cuánto observa a un político antes de dibujarlo?
Muchísimo. Es importante observar al político actuar, hablar, caminar. Ahora todo es más fácil, antes solo podía recurrir a fotos, a veces antiguas, malas o de estudio. Actualmente están disponibles en gran cantidad, que puedes observar para descubrir aquella que, al parecer, es importante.


¿Cuál es el objetivo de sus caricaturas políticas?
Tratar de contar un poco quien es ese personaje que nos inquieta, nos molesta y nos fastidia. Más que la situación política, estoy viendo quienes son los protagonistas.

Y ¿cómo lo logra?
Los políticos tienen una especie de papel aprendido, una imagen que venden. Lo que yo intento es descubrir su verdadera imagen. Ahí te das cuenta del correlato que hay entre las chanchadas que hacen y lo que realmente son. Es posible a través del lenguaje textual descubrir al verdadero personaje que hay detrás.

¿Cómo toman los políticos sus caricaturas?
En realidad les incomoda muchísimo, se sienten como desnudados. Por ejemplo en esa caricatura de Mulder como perro lo indignó muchísimo (ver imagen 9 abajo). Yo lo siento así, un hombre violento, ambicioso, con un ansia de poder desmedida. Le disgustó muchísimo esa caricatura, de una manera lo descubre. Esa forma feroz de arremeterse contra aquel que es enemigo, de quien va en contra de los intereses del partido o propios. No le gustó, dice que su familia se había sentido muy mal que lo ponga así, como un perro.









Su entorno
 

¿Cuál le parece que es el rol de los caricaturistas en la sociedad?
Hay tanta gente está indignada con todo lo que pasa en la sociedad y de repente ve una caricatura, donde el caricaturista dice lo que él hubiera querido decir.

Se acercan las elecciones municipales y presidenciales ¿Cómo ve la situación política actual?
En las elecciones solo se contabilizan los votos válidos, que son un porcentaje reducido. Imagínate que resultados tan distintos habría si se contabilizaran los votos viciados, sería muy diferente la historia. Creo que habría más esmero en los candidatos por presentar programas más realistas, más inteligentes.

Prometen castillos en el cielo…
Ese es el problema, como engañan a la gente por lo que son. Es un pueblo que no está preparado para escoger adecuadamente a un presidente, a un alcalde y por eso sale lo que sale. Es la ley del más pendejo, la ley del más vivo, por eso hay tanta corrupción, porque no hay educación, no se forman seres humanos buenos, sanos, con sentido del bien común, con valores.

1 comentario:

  1. No hay duda de que detrás del humor de una caricatura existe una profunda seriedad. Es desnudar al personaje, mostrarlo tal como es. Las palabras pueden ser desmentidas, explicadas, se les puede sacar la vuelta. Una imagen como la de Mulder, por ejemplo, difícilmente rebatida. Por eso lo caricaturistas son los que más saña le sacan a los personajes públicos. Buena la entrevista.

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