lunes, 25 de octubre de 2010

Infección en el VRAE: Terrorismo, Narcotráfico y Corrupción

El reconocimiento del general Cabrera sobre Sendero como “neofirma” del narcotráfico  muestra tres problemas: No se sabe con claridad contra quiénes se está luchando, se critica la capacidad de las fuerzas armadas para continuar con el plan VRAE y preocupa que la corrupción y el ingreso de dinero en la zona perpetúe el conflicto.

Declaración Controversial
El jefe del Comando Especial del VRAE, general EP Benigno Cabrera Pino, dio a conocer la existencia de un nuevo “clan familiar” o “neofirma” del narcotráfico liderado por Víctor Quispe Palomino, “camarada José”, primer mando de Sendero Luminoso en el valle de los ríos Apurímac y Ene. 

El Plan VRAE establece que las fuerzas armadas deben capturar y desarticular el remanente terrorista. Mientras tanto, la fuerza policial se encuentra luchando contra el narcotráfico. Algunos analistas han declarado que preocupa la conclusión del general Cabrera después de tres años de operaciones porque el plan estaría mal concebido. Por otro lado, Alan García reafirma que la lucha la debe liderar el Ministerio de Defensa, a través de las fuerzas armadas.

¿Narcoterrorismo? ¿De qué estamos hablando?
Se ha denominado como narcoterrorista al grupo liderado por la familia Quispe Palomino. Jaime Antezana, analista en temas de narcotráfico, declaró en medios de comunicación que este fenómeno no es nuevo: Desde el 2006 observó que Sendero es parte del negocio de la cocaína y sigue una nueva línea política al mando del camarada “José” desde la publicación del programa revolucionario del Perú, donde no se reivindica el pensamiento Gonzalo (Cedema.org). 

Según Orazio Potestá, periodista especializado en narcotráfico y terrorismo, “el actual grupo ha anclado un discurso político al dinero, y allí está inmerso el narcotráfico; pero difícilmente podría ser una mafia”. Lo que ocurre, explica, es que “la demanda mexicana sobre el Perú provoca la participación de Sendero en el negocio”.

Para el Comandante PNP y analista Filemón Álvarez Melo, “el narcotráfico y el terrorismo se usan recíprocamente. Se juntan interesadamente.  No hay narcoterrorismo”. Según él,  Sendero cobra cupos: para acceder al negocio (cultivo, producción, compra y venta de drogas en el VRAE) primero tienen que pagarles. Además, los narcotraficantes traen armas para los terroristas. 

El Comandante explica que, principalmente se encargan de la custodia y transporte. Si ahora producen es porque “posiblemente los Quispe Palomino han arremetido contra familias productoras de coca, se han apropiado de los terrenos y ahora son nativos indígenas, capturados por ellos, quienes trabajan la tierra para beneficio de Sendero. Esto no significa que se hayan vuelto narcotraficantes, es más probable que lo usen como recurso para obtener más dinero porque es difícil mantener un cuadro de 300 a 400 personas”.

Según  Álvarez el funcionamiento del negocio,  se constituye en clanes familiares que cultivan y procesan. Sendero, vicario ilegal del estado, es principalmente la fuerza del lugar. Su meta no es convertirse en grandes narcotraficantes, sino financiar la lucha armada. “Habría que tener más pruebas para decir que ahora son narcotraficantes”, concluye.

Potestá opina que están lejos de ser una gran red de narcotraficantes. Salvo el líder, casi todos “son analfabetos, no saben ni sumar. Saben camuflarse en la selva y atacar, pero con ese nivel de inteligencia no pueden llegar a ser un cartel”. Además, explica, se sirven de jóvenes que están embelesados con la ideología, pero “José” tiene poco discurso político. Álvarez agrega que “reciben dinero por enrolarse y los embullen de ideas en el camino”.

Desde que está en el VRAE sendero  ha ampliado su jurisdicción. “El proselitismo en esa zona es muy fuerte”, asegura el comandante.  El argumento principal es: “mira todo el dinero que tiene el estado, ellos mismos dicen que ha crecido la economía pero nada nos llega a nosotros. Ellos no más se hacen ricos. El Perú está subyugado al imperialismo yanquee.”.

¿Quién se hace cargo del problema?
El analista Rubén Vargas, pocos días después de la declaración del General EP Benigno Cabrera, sostuvo que una de las soluciones para acabar con esta nueva firma del narcotráfico es “la retirada de las Fuerzas Armadas  para que la Policía Nacional enfrente al crimen organizado”.  Además, indicó  que tal vez algunos sectores de los militares están pensando en involucrarse en la lucha antidroga, lo que sería nefasto para las Fuerzas Armadas por el gran poder corruptor del narcotráfico.

El Comandante Filemón Álvarez la policía debería hacerse cargo tanto del narcotráfico como del terrorismo. Según la constitución, sostiene, las fuerzas armadas solo intervienen en conflictos, fuera o dentro del país, que provengan del exterior.  Para él, equivocadamente el estado  ha puesto a  cargo a las fuerzas armadas la lucha contra el terrorismo. “Las FFAA piden mucho presupuesto desde entonces, pero no son efectivos”. Pone como ejemplo la lucha contra Artemio, remanente senderista muy debilitado por las operaciones policiales en conjunto con las fuerzas armadas. 

Para Orazio Potestá no se debería suprimir la intervención de las fuerzas armadas. “Solo hay que dividir el campo de acción. Se necesita ambos. El tema es la coordinación policía y FFAA. Sendero no puede convertirse en un peligroso cartel de la noche a la mañana, hay mucha experiencia de las FFAA en la selva como para retirarlos de la zona.”

Sin embargo, según Álvarez,  los que luchan contra el terrorismo “son jóvenes que hacen el servicio militar, no son personal calificado. Tampoco tienen experiencia porque solo sirven un año y se van. Los  oficiales y suboficiales  que se necesitan están en puestos administrativos en Lima. Si ellos estuvieran en el campo de acción seguramente “José” y sus hermanos ya estuvieran capturaros”.

Dificultades sin soluciones
Para Potestá, no existe una decisión política contundente para acabar con el narcoterrorismo. Un buen despliegue de FFAA puede capturar a todo el clan familiar. “Cuando las FFAA han tenido bajas han sido muchachos de 16 y 17 años haciendo rondas en las tardes y recorriendo los mismos caminos. Presa fácil de los terroristas”.

Además, sostiene que con la caída de este grupo perderían muchos: Proveedores de insumos, armas, comida, combustible, etc. Incluso “José” paga 60 dólares mensuales a sus combatientes. El Comandante Álvarez recuerda similar situación en los inicios del narcotráfico: “así como fue una vez en el Huallaga, el narcotráfico en el VRAE ingresa dinero a la zona y se crean negocios, la gente tiene plata y consume”.

Por otro lado, Rubén Vargas declaró, para Inforegión, que las fuerza armadas pueden ser corrompidas con el dinero de la droga. “El poder corruptor ha llegado a la policía, pero en esos casos un fiscal está en la libertad de sancionar a un policía involucrado en drogas, pero en el caso de los militares, ellos no pueden ser sancionados – por el poder político- por la poca presencia de autoridades judiciales”.

Potestá y Álvarez están de acuerdo en que hay corrupción en las fuerzas armadas. Incluso desconfían de la declaración del general Cabrera porque podría ser una medida para quedarse más tiempo. “Sospechosamente después de cada atentado llegan los mandos a la capital a pedir más recursos. Los errores de las F.F.A.A. son extraños, parecería que fuera a propósito para solicitar más dinero”, comenta el especialista.

Para el oficial PNP hay  una tradición militar de pedir altas sumas de dinero en zonas de conflicto. Ya están acostumbrados. “Esto se inició poderosamente con Montesinos.  Muchos militares incluso estuvieron negociando con narcotraficantes”. Recuerda que “en la década de los noventa, en un operativo en el Huallaga, pintaron el helicóptero como el del ejército y cuando aterrizaron salieron corriendo personas con kilos de cocaína para que lo traslademos”.

Otro argumento, bastante difundido, es la ausencia del estado. La Asociación de Municipalidades del Valle de los ríos Apurímac y Ene explica que el plan VRAE falla porque no hay presencia del estado, son insuficientes los recursos y la experiencia militar no tiene consecuciones sociales. “La población es la última rueda del coche”.
Según Álvarez, mucha gente en esos lugares de verdad quiere un desarrollo diferente para no tener problemas. “Lamentablemente el narcotráfico ofrece siempre mayores beneficios que cualquier programa del estado, aún con ayuda del exterior”.

Datos importantes
  • Belaunde acuño en 1985 el término narcoterrorismo.
  • Sendero tiene contacto con los narcotraficantes desde que acceden a la zona de Vizcatán.
  • Feliciano comenzó a contactarse de manera más directa con los narcotraficantes.
  • “José” es el líder porque estudió en la universidad de Huamanga y conoció a Abimael
  • “José” es el único en Sendero con estudios superiores.
  • El narcotráfico ingresó a Perú por el recrudecimiento de la persecución en Colombia.
  • Inicialmente el narcotráfico trajo los preparadores de cocaína porque en Perú nadie sabía.
  • Los Narcotraficantes crearon pistas de aterrizaje escondidas en la extensa cuenca del Huallaga.
  • Por el año 94 se dinamitaron todas las pistas de aterrizaje. Esto produjo que el narcotráfico se trasladara la zona del VRAE.
  • En los 90 pobladores peruanos comenzaron a aprender y se trajo mano de obra de la sierra hacia la selva.
  • Entre la coca colombiana, boliviana y peruana, la nacional es de mejor calidad pues tiene alto alcaloide.
  • La hoja de coca es insustituible, aun con todos los avances químicos, para la producción de la cocaína.

(Escrito el 11 de Octubre del 2010)

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