Era un caluroso verano de 1989. El terrorismo azotaba las zonas más pobres del Perú, el gobierno de García acababa de cometer un craso error con la matanza del Frontón y nadie tenía idea de dónde se escondían los principales líderes de Sendero Luminoso.
A pocos Kms de Lima, en Huampaní, Chosica, la reunión de Izquierda Unida, frente político que albergaba a siete partidos de izquierda, duraba cerca de 8 horas y presagiara su final.
Ese día, las diferencias entre la izquierda revolucionaria de Javier Diez Canseco, la izquierda democrática de Barrantes y el Partido Comunista, que mal que bien se situaba en el centro, superaron la urgencia de repotenciar la izquierda contra el APRA y superar el terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA. El 19 de enero de 1989 fue el último día en el que la Izquierda se mantuvo unida, luego solo quedaron pedazos que fueron desapareciendo hasta el día de hoy.
Tuvieron que pasar veinte años para que los diversos grupos que abanderaban las ideologías de izquierda aún existentes se dieran cuenta que seguir mirando para dentro de sus propios círculos los iba a conducir a la desaparición absoluta -si acaso muchos de ellos todavía existen y que una revolución en el siglo XXI ya no era necesaria.
Era el I Encuentro Nacional de Izquierdas para la Refundación de la República. Patria Roja-MNI, Izquierda Unida, Partido Socialista, Voz Socalista, Tierra y Libertad, Lima para todos, independientes, movimiento Gay, movimientos de jóvenes, de mujeres (desde feministas hasta líderes del Vaso de Leche, los Comedores Populares y las Trabajadoras del Hogar), ecologistas y culturales. Miembros e invitados, todos se paseaban entre los patios y escaleras de la Casa del Maestro a pocos metros de la Casa de Mariátegui.
Eran tres las comisiones que se llevaron a cabo, la Comisión Política se celebraba en el patio principal, unas 200 personas sentadas discutían cuál debía ser el rol del Estado para las políticas agrarias, la acalorada discusión que duró seis horas fue moderada por una mesa compuesta por Josefina Huamán, Wilmer López, Humberto Campodónico y Mario Huamán.
Humberto Campodónico, sentado al lado centro izquierda de la mesa, dijo sentirse "Muy contentos por la acogida, cerca de 20 que no se hace una reunión desde tipo, nos parece muy importante que se comience a formar parte de la política de este país ante su casi orfandad".
Javier Diez Canseco moderaba la Comisión de Programa, más de cuarenta intervenciones hacía que la comisión parezca una plenaria en donde los temas se multiplicaban y las ideas se perdían. La Comisión de Organización tuvo menos concurrencia, "La Mocha", Aida García Naranjo, feminista, cantante y activista por los derechos de la mujer, fue expositora de dicha comisión. Se planteó una cuota paritaria -que haya una mayor presencia de mujeres- y una cuota de jóvenes.
Se discutió la posibilidad de la confluencia sin disolución de cada uno de los partidos y lo contrario, la unión con la desvinculación de cada uno de ellos. No sé llegó a ningún acuerdo. Se barajó diferentes nombres para esta unión: Frente democrático Popular, Polo Democrático, Frente Revolucionario, Izquierda Unida. Tampoco se llegó a ningún acuerdo.
Caras viejas, pocas caras nuevas
Durante el receso en donde se suponía llegaría el almuerzo que llegó recién a la hora de la clausura, los casi 600 integrantes comenzaron a mezclarse, reconocer viejas caras, mirar sus relojes, leer los panfletos y folletos que se repartían desesperadamente, algunos se sentaban y otros se movían de un lugar a otro.
Donde había sido la Comisión Política, en el patio principal, un anciano estaba sentado en una diminuta silla de madera, todos se acercaban a saludarlo con reverencia, no dejaba de tener cuatro o cinco personas a su lado, se le veía muy cansado y tenía muchos lunares en su cara, los que revelaban enfermedad.
¿Cuál cree usted que es el principal problema del Perú?
-El principal problema es la corrupción. El gobierno de García está lleno de corruptos.
¿Y del sistema económico?
-La minería. Destroza el ambiente físico. Lejos de ser beneficiosa, esta minería es totalmente negativa.
¿Qué opina de la dura columna de Aldo Mariátegui en contra de la izquierda peruana?
-Es una pena que Aldo Mariátegui no respalde la conducta de su abuelo.
Sus respuestas ciertamente cortas. El fundador de Izquierda Unida siguió sentado haciendo acto social.
Llamaba la atención la gran cantidad de hombres de más de cincuenta años y la poca presencia de jóvenes, tal vez solo 10 o 15. Manuel Breña era uno de ellos de 19 años y estudiante de comunicaciones en la Universidad de Lima es dirigente de Juventudes Tierra y Libertad.
"Mi motivación es que tengo muchas ganas de activar todo el tiempo y creo que es necesaria la unificación porque históricamente la izquierda se ha dividido por creerse dueños de la verdad".
Manuel estaba acompañado de otros 6 jóvenes de los cuales dos pertenecían al Movimiento Gay. El grupo afirmó sentirse contento por esta iniciativa y Manuel remató diciendo, en referencia a las recientes críticas en los medios a la izquierda peruana, "la derecha se muere de miedo porque la gente está descontenta, es más que un dato que el 62% no está de acuerdo con el modelo neoliberal".
Paúl Maquet, de 23 años, periodista y activista del Colectivo Río Hablador trabaja temas educativos y ambientales en Villa El Salvador, es importantísimo que el tema ambiental se politice porque tiene que ver con el modelo desarrollo que se ha implementado hace un par de siglos y que se ha radicalizado.
Confiesa que solo vino para "curiosear" aunque, "siempre he estado a la expectativa de la unión de izquierdas". Paul siente que hay muchos jóvenes que podrían participar en la política y no canalizar sus energías a través del pandillaje o del consumismo que son también expresiones de rebeldía.
Los ausentes y las discordias
Se podía ver en un solo patio a los que alguna vez fueron grandes agentes del cambio era notorio la ausencia de Susana Villarán y de su partido Fuerza Social.
"No estuvimos invitados, tuve que pedirles que hicieran extensiva la invitación" señaló contrariado Pedo Francke, miembro del movimiento Tierra y Libertad que va en alianza con Fuerza Social a la candidatura de Lima.
Afuera del salón donde se llevó a cabo la Comisión de Programa, un apresurado Javier Diez Canseco dijo sentirse muy incómodo por la ausencia de Susana, "no entiendo qué pretende con su ausencia, ahora Fuerza Social pareciera decir que no son de izquierda, pero han estado invitados".
Haciendo referencia a una entrevista de Jaime Bayly a Marco Arana señaló, que fue un error decir que votaría por Keiko Fujimori antes que por Ollanta Humala. Quedaba entre dicho las obvias preferencias de la izquierda Diez Canseco por una pronta unión con el Partido Nacionalista.
"La Mocha" también señaló no entender "su no presencia porque no es coherente estar en un espacio regional de Lima pero no estar en una confluencia que es de carácter nacional y que por supuesto incluye Lima"
La izquierda del interior
Un tercio de los Presidentes Regionales del país son de izquierda: Junín, Cajamarca, San Martín, Arequipa, Tacna y Loreto. Ninguno de ellos estaba presente. Y es que la izquierda sobreviviente, Patria Roja, PS, PCP, ha tratado de tener carácter nacional sin empezar por convocar y concentrar a los pequeños y grandes movimientos de izquierda regados al interior del país.
Los demás, y los importantes, son pequeños y grandes grupos que gracias al descentralismo ahora ocupan cargos políticos, esos mismos puestos que anhelan los integrantes de la Reunión de Izquierdas por la Refundación de la República.
Y es por el dogmatismo, sectarismo y hegemonismo que afectaron las relaciones de izquierda y que sus principales integrantes no quieren aceptar.
¿Sr. Diez Canseco, por qué la izquierda se dividió y casi desapareció del panorama político?
-Hay que entender que en Latinoamérica, los países que no han tenido presencia fuerte de izquierda han sido justamente los que se han visto azotados por grupos terroristas de una izquierda radical y de fusil, Colombia con las FARC, que ahora ya perdieron todo sentido ideológico y Perú con Sendero Luminoso.
Este panorama hace pensar lo urgente que es repotenciar la izquierda peruana. Sin embargo, se requiere de una autoridad moral y sin conservadurismos para recoger las mutaciones diarias de nuestro país y ser capaz de reunir al pueblo a un movimiento político moral. Ese agente del cambio, moderno y con valores, no existe aún. Se necesita una izquierda en permanente desarrollo, con ética y principios, en defensa de la vida ante modelos radicales y sin conciencia. Una izquierda que deje el léxico desfasado para la historia, que sea práctica ante todo y que nunca pierda su sentido humano.
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