jueves, 9 de diciembre de 2010

“El Barcelonismo nunca me perdonará que le quitara la Champions del Bernabéu”
No es un Lunes cualquiera
La filarmónica de Pep basa su esplendoroso y vistoso juego en la tenencia de la pelota, se defiende con la pelota y ataca con la pelota. Asfixia al rival y lo induce al error, recuperando el ritmo de juego y sometiendo a la víctima de turno a humillaciones como el 0-8 en Almería.
El derby del lunes 29 tendrá, frente a frente, a los dos equipos más imponentes del momento, en inversión, presupuesto, estrellas y títulos. Dos equipos comandados por personalidades distintas, en una liga donde el título se decide en dos encuentros. El Camp Nou albergará el partido más atractivo de esta temporada, por individualidades, por historia, por marketing, por prestigio, por dinero. Todo está en juego. Un Camp Nou que arderá de principio a fin, resumido en la frase de Mourinho, “El Barcelonismo nunca me perdonará que le quitara la Champions del Bernabéu, les gané con el Chelsea y luego con el Inter. Y ahora entreno al máximo rival, al Real Madrid. Son demasiadas cosas juntas”. Para que más.
Mou versus Pep
Con la llegada de Mou al banquillo merengue, el Madrid encontró lo que tanto buscaba, un convencedor de estrellas. Mourinho plasma su trabajo desde lo  deductivo, representa el liderazgo, el manejo de estrellas, la estrategia al servicio del colectivo y el don de saber administrar los problemas mediáticos que rodean al Real Madrid. Un hombre tan franco y directo que motiva a sus jugadores con su carácter fuerte, sin esconder nada. “La modestia es una cualidad que no ayuda en nada”, un profesional del fútbol a su estilo.
Pep Guardiola encarna al técnico que fue jugador, aplicando su experiencia desde el banquillo, tomando decisiones polémicas a favor del equipo y siendo coherente con su estilo de manejo. No presiona a los jugadores desde los medios, los incentiva de forma distinta, con la confianza en el campo. No entra en polémicas y trata de manejarse lejos de las declaraciones que generen titulares. Busca ganar títulos utilizando al juego como herramienta.
Un clásico de tal magnitud, reúne una serie de condimentos en una liga donde sólo compiten dos equipos y los otros 18 restantes son cómplices de un torneo dispar. Se enfrentan los dos mejores jugadores del momento, decisivos en el instante que el trabajo del colectivo los necesita y cuando ese colectivo los hace actores principales en la definición de un encuentro.

Lionel Messi es líder por lo que representa para el equipo, por lo que hace por el equipo. Define partidos, regala genialidades y rompe records a sus 23 años. Es el máximo anotador blaugrana en Champions con 30 goles, tiene más de 100 en Liga y va por más. Cristiano Ronaldo es un asesino del área, ha convertido 51 goles desde que llegó a la casa blanca. Ya lleva 15 en esta temporada tomando en serio el hecho de ser el pichichi a fin de año. Con sus 205 goles como profesional está pagando cada euro que el Madrid invirtió en él.
Saldar cuentas pendientes
Ambos jugadores con título de “crack” tienen cuentas pendientes. Lio no ha podido marcar frente a un equipo conducido por Mourinho. En siete enfrentamientos, cuatro contra el Chelsea y tres contra el Inter, la estrella argentina no encontró el arco. Por más que el Madrid sea uno de sus equipos predilectos para marcarle: lleva anotados siete goles frente a los merengues.
El caso de Cristiano es parecido. El jugador luso no ha podido anotar un gol frente al Barcelona en cinco enfrentamientos. Dos en las semifinales de la Champions en el 2008, uno en la final de Roma en el 2009 y dos encuentros de Liga en la temporada pasada.
Que mejor escenario que el Clásico del “Nou Camp” para que ambos futbolistas tengan la posibilidad de saldar cuentas contra un viejo enemigo. Y el escenario es preciso porque en esta Liga de dos, ambos “derbys” definirán finalmente quien se lleva el título. Emulando lo del desenlace de la pasada temporada. El Barcelona ganó el torneo con 97 puntos, uno más que el Madrid. La clave estuvo en las dos victorias catalanas, con gol de Zlatan en Cataluña y las anotaciones de Messi y Pedro en el Bernabéu.
Mano a mano
Son dos equipos con estilos disimiles. El Madrid basa su juego en la solidez defensiva, sobre todo como local, marca registrada de Mourinho. No se obsesiona con la tenencia de la pelota y muchas veces cede esta al rival. Ahí encuentra los espacios  para la eficacia de sus individualidades que se encuentran en estado de gracia. Tiene verticalidad, velocidad, cambio de ritmo y muchos goles, lo que son el sello de la nueva era Mourinho.
Utiliza un 4.2-3-1, el sistema preponderante en la última Copa del Mundo. A partir de los grandes fichajes de la pasada temporada, como Cristiano, Kaká, Arbeloa, Albiol, Benzema y Xavi Alonso; permitieron a Mourinho  encontrar una base y sobre la misma trato de reforzar ese ensamblaje. Llegaron con el luso: Ozil, Di María, Carvallo, Canales, Khedira y Pedro León.

 
Mourinho ya encontró el equipo; Casillas en el arco, Ramos, Pepe, Carvallo y un repotenciado Marcelo, a palabras de Mourinho, el mejor lateral derecho del momento. Xabi Alonso, Khedira para el manejo y la contención; Ronaldo, Ozil y Di María como aristas de ataque, quedando Higuaín para la culminación.
La filarmónica de Pep basa su esplendoroso y vistoso juego en la tenencia de la pelota, se defiende con la pelota y ataca con la pelota. Asfixia al rival y lo induce al error, recuperando el ritmo de juego y sometiendo a la víctima de turno a humillaciones como el 0-8 en Almería.
Ofrece traslado, tenencia y generación de espacios que permiten los movimientos de los jugadores para tener por donde atacar, para ofrecer un camino. Potencia sus canteras, siendo estas el ADN del equipo. Valdés, Pique, Puyol, Xavi, Iniesta, Messi, Pedro, Busquets y Bojan pertenecen a las entrañas del barcelonismo.
Juega con un 4-3-3 que sale de memoria. Valdés en el arco, Dani Alves, Pique, Puyol y Abidal en la defensa. Busquets, Xavi e Iniesta para la tenencia, distribución y equilibrio. Pedro, Villa y Messi, para el desborde, gol y Magia.
Ingredientes y de sobra tiene esta partido tan esperado por el planeta fútbol. Messi contra Cristiano, Mou versus Pep, Nike vs Adidas, Cataluña vs Madrid; una liga en juego y frases donde Mourinho pone paños fríos a la situación fiel a su estilo. “Si ganamos el lunes, al día siguiente será martes y, si perdemos el lunes, también será martes. Así que hay que seguir trabajando y disfrutando de la misma forma". Imperdible.

 

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