Según informe, “Intimidación en Colegios Estatales de Secundaria del Perú” el 13.5% de adolescentes en el Perú, ha sufrido de la violencia en la red. Es el llamado cyberbulliyng, y aún no hay una propuesta clara para combatirlo.
No es necesario que haya contacto físico para que el golpe duela. El bullying, es violencia en un sentido mayor. Un adolescente de iniciales KARC, en junio del año pasado, se cansó de leer en su correo electrónico las amenazas de Fernando Ferreyra. Casi a diario le escribía para decirle que todos en el barrio sabían que era “maricón”. No soportó la humillación y pensó que el suicidio era una salida correcta. Repetidas agresiones por Internet o simplemente cyberbullying; lo cierto es que en Perú ya está registrado el primer caso que ha cobrado una víctima
No solo hay violencia física
Mario Oliveros, investigador principal del estudio ‘Intimidación en Colegios Estatales de Secundaria del Perú’, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, afirma que el término obedece a toda acción hostil de agresión física o verbal repetida que causa sufrimiento en las víctimas.
El ataque verbal, según este estudio, es el segundo más frecuente después del físico y actualmente se da en Internet por medio de la práctica denominada cyberbullying. Un uso de la red para esparcir comentarios, fotos que desacrediten o alusiones sexuales.
La serie de casos de violencia física escolar vistos en los medios las últimas semanas, fueron una prueba que el tema es complicado de afrontar. La indiferencia de las personas que rodean a la víctima y la incapacidad de la misma para denunciar el hecho, hacen más difícil la situación. Si resulta un reto tomar medidas contra el bullying en el mundo físico, ¿cuánto más puede serlo en el mundo virtual?
La página www.cyberbullying.net reconoce que el anonimato, la no percepción directa del daño y la adopción de roles imaginarios en la red es un gran problema. En esto coincide Julian Doley, investigador australiano, experto en el tema, al afirmar que como resultado de sus investigaciones a un 55% de los niños les afecta el no saber quien los está insultando.
El resultado puede ser dolor tanto físico como emocional. El agredido, además de sufrir de una baja autoestima y de depresión, puede tener dolores de cabeza. Todo esto sin contar el suicidio como final más trágico.
Como KARC hay más personas que sufrieron de la violencia en e ciberespacio. Según el mismo estudio hecho por Oliveros, el 18% de la violencia escolar se da a través de redes sociales, lo que hace pensar en una cifra nada desdeñable de víctimas del cyberbullying.
Facebook y sus amixers
Facebook promueve, como parte de sus políticas de seguridad, una campaña contra el cyberbulliyng, recomendando a sus usuarios una serie de sugerencias frente a actitudes hostiles. El sitio recomienda que las víctimas den cuenta de lo sucedido a la policía y dice que en ningún caso se debe responder a los insultos porque es es el propósito de los autores.
A pesar de esto existe un grupo llamado “Hi5 Amixer”, que ya ha sido denunciado, deshabilitado y luego rehabilitado, por colocar fotos de otras personas sin su autorización y para ser la burla de quienes visiten la página.
La red social más grande del mundo, no solo ha servido para el cyberbullying , en Perú . En Argentina, Romina Perrone, una niña de 10 años, sufre porque su compañera de clases creó un grupo dando razones para odiarla. “Romi no durmió tres noches seguidas. Tuve que eliminar su perfil”, señalo la madre de la víctima.
Claudio Morgado, el director del INADI, (Instituto nacional contra la discriminación) de ese país, anuncio la implementación de un “Observatorio de Redes Sociales” a raíz de este caso. En el Perú también se planean tomar medidas, aunque por ahora no estén del todo claras.
Tímida solución
A fines de octubre se presentó el Proyecto de Ley No 4406/2010- CR, que propone promover la convivencia escolar y sancionar el acoso y la violencia entre escolares. Una Ley Antibullying. La misma que dispone que el Indecopi sea el encargado de realizar visitas a las Instituciones Educativas para verificar la existencia de cualquier tipo de bullying. Los resultados de la supervisión son comunicados al colegio, indicando, de ser el caso, la aplicación de correctivos.
A pesar de la iniciativa no se profundiza en el caso del cyberbullying. No queda claro de qué forma se puede fiscalizar el acoso en el ciberespacio sin que se atente contra el derecho al secreto de las comunicaciones
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