miércoles, 1 de diciembre de 2010

Incompatibilidades de ayer y hoy


Una vez más se arma la polémica entre ciencia y religión debido a las declaraciones del Físico inglés Stephen Hawking sobre que Dios es prescindible para la creación del universo.

"Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo crearse a sí mismo -y de hecho lo hizo- de la nada. La creación espontánea es la razón de que exista algo, de que exista el Universo, de que nosotros existamos"… por tanto… "no es necesario invocar a Dios" para que haya cosmos.

Estas declaraciones generaron diversas reacciones a favor y en contra. El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams contraatacó.
"Creer en Dios no consiste en taponar un agujero y explicar cómo unas cosas se relacionan con otras en el Universo, sino que es la creencia de que hay un agente inteligente y vivo de cuya actividad depende en última instancia todo lo que existe", declaró el líder anglicano a The Times. "La física por sí sola no resolverá la cuestión de por qué existe algo en lugar de nada", agregó.

Ante esta polémica, Sin Tinta fue en busca de unos especialistas tanto en física como en religión. En la esquina  de la ciencia encontramos al físico y profesor de la PUCP Leandro García Calderón; en la esquina de la religión, al sacerdote y profesor de la PUCP Andrés Gallego.

García Calderón, quien no es creyente, se animo a decir lo siguiente:
“Analizando la respuesta desde un punto de vista físico, cuando se afirma que existe una ‘ley de la gravedad se está siendo muy hiperbólico (exagerado). Las ‘leyes’ físicas sólo existen en nuestras teorías físicas, es decir, observamos fenómenos de la naturaleza y experimentamos con ellos; dentro de ciertos límites razonables, podemos expresar los resultados de nuestros experimentos mediante algún enunciado, preferentemente matemático; a tal expresión le llamamos ‘ley’.
En el caso de la gravedad, no existe una sola ley, (…) no sabemos qué teoría es la adecuada. Por tanto, que haya ‘leyes’ en nuestras teorías no nos indica nada más allá de que éstas son modelos de la naturaleza”.

El religioso, Andrés Gallego replicó:
“Una de las afirmaciones más tempranas que hice una vez en mi curso era sobre que la existencia de Dios no es científica. No hay razones ni científicas ni empíricas para demostrar la existencia o no existencia de Dios. Esto por supuesto lleva al hecho de la creación, yo no diré que la existencia de la creación es confirmación empírica o científica de la existencia de Dios. Entonces queda abierta la posibilidad de un razonamiento que no ligue creación a Dios, porque en el momento hipotéticamente que la ciencia demostrara la necesidad de Dios en la creación, deja de ser fe, para pasar a ser una hipótesis de trabajo.
Por eso a mí acá no me sorprende nada, que los científicos tengan una teoría y digan que es posible que la creación del universo sea a partir de la nada, yo no lo entiendo cómo es, pero allá ellos ese no es mi campo”.

Sin embargo para el sacerdote español radicado en el Perú lo que le parece discutible no es si el universo se puede crear a partir de la nada, sino más bien la posición que toma Hawking,  porque tanto religión como la ciencia son campos muy distintos.
“Cuando yo digo que Dios es el creador  no estoy dando un dato científico, estoy aportando un dato de fe. Ahora bien, lo que pasa es que la ciencia si bien es un método de conocimiento  o una vía de conocimiento muy importante, no es, ni puede ser la única vía. Hoy la tendencia es que reducimos el mundo a lo científico, tenemos otras vías de conocimiento diferentes y no por eso menos reales. Uno toma decisiones en su vida sobre qué profesión va seguir, con quién se va a casar o con quién vas a compartir tu vida, esas son decisiones donde uno se las juega no tienen nada de científicas. Hay otras maneras de conocimiento como el afectivo, fiducial (de fe), etc.”.

En cambio, el físico peruano afirma que la polémica en las declaraciones de Hawking están en la utilización de la palabra ‘nada’
“Otra afirmación es, de hecho, una petición de principio, la frase ‘el Universo pudo crearse a sí mismo -y de hecho lo hizo- de la nada’: está proponiendo que hay un acto de ‘creación’ (aunque sea a sí mismo) y la oscura palabra ‘nada’. Esta palabreja se usa con descuido, ‘nada’ sólo tiene sentido en comparación con un estado de cosas actual con respecto a uno anterior o futuro. Hawking, aquí parece estarse refiriendo a la ‘nada’ ontológica, la pura nada, clara y distinta. Esa que para un físico carece de sentido. Por tanto, no sabemos qué quiere decir exactamente con ‘creación espontánea’. Si Hawking dice que las teorías físicas no necesitan incluir a Dios en sus postulados, pues tiene toda la razón ¿Podemos de este hecho deducir sin lugar a dudas que Dios no existe? La respuesta es no. Si lo hacemos estamos mezclando universos de discurso”.

Ni juntos ni revueltos

Ambos especialista concuerdan que un campo no pueden intervenir en el otro por el hecho de que son muy distintos, sin embargo eso no implica que no puedan entablar un dialogo. El religioso opina

“La biblia afirma que Dios es el creador y en este momento creo que hay una posibilidad de un dialogo eficaz entre fe y ciencia, a condición a que nadie se meta en el campo del otro. Porque son dos cosas muy diferentes, la fe no es intelectual pero tampoco es anti racional. Si dos y dos son cuatro, la fe no tiene nada que decir ahí. Fe y ciencia no tienen contradicción, pueden ser compatibles, por ejemplo hay muchos científicos que tienen fe que son católicos o cristianos. La fe no contradice la ciencia, ni viceversa. Lo que quiero decir es que son dos campos diferentes”.

“Si la ciencia y religión poseen compatibilidad mucho depende a qué llamemos ‘compatibilidad’. Si la pregunta es ¿puede un científico ser creyente? La respuesta es definitivamente sí. Si la pregunta es ¿debemos incluir a Dios en nuestras teorías científicas? La respuesta es definitivamente no. Son campos separados de la actividad humana. Mientras se respeten los debidos límites no debería haber conflictos” agrega el físico.

García Calderón concuerda a medias con la respuesta que emitió el arzobispo de Canterbury a las declaraciones de Hawking.
“No tengo objeción a la primera parte de sus declaraciones: son las palabras de un creyente. En cuanto a la segunda parte es cierto que la Física por ahora (quizás nunca) no puede resolver la cuestión de por qué existe el Universo en lugar de nada; me temo que Dios tampoco, a menos que hagamos una petición de principio: ‘Dios es la causa primera’, o regresemos a la explicación premilésica, donde  todo puede ser explicado por intervención divina”.

 A las declaraciones del arzobispo Gallego agrega
“Dios no es una hipótesis o no lo debe ser, no acerca la existencia de Dios simplemente como hipótesis de trabajo o como justificación para una teoría científica o para lo que no entiendes. El problema de la ciencia siempre será problema de la ciencia y solo ella verá como lo resuelve. Si un día hay contradicción entre la fe y la ciencia, no se preocupen inclínense por la ciencia, luego ya veremos cómo entendemos la fe. Pero no puede haber contradicción”.

¿Algo de nunca acabar?

La polémica entre religión y ciencia no viene desde ahora, pero vemos que ambas se respetan mutuamente al concordar que tanto la religión como la ciencia deben manejarse dentro de sus límites. Sin embargo, Andrés Gallego cree que la única manera de que la religión o la fe intervenga en la ciencia es tomando una postura ética

“Por ejemplo, la clonación, yo no sé si ya es posible clonar seres humanos, pero supongamos que ya se hace. La fe cómo entra ahí solo como criterio ético, en el sentido sobre la importancia de la vida, el cual puede ser un valor que si tú quieres está más allá de la fe. Entonces yo diré si la clonación es mala o buena”.

Esta es la única manera de que la fe pueda intervenir sobre la ciencia, pero de ahí no puede pasar. A pesar de todo el revuelo que se ha originado en Europa acá la manera como nos han explicado el tema ambos especialistas ha partido desde el respeto de mutuo por ambas posturas y manifestando que cada una se debe mantener en sus límites

Leandro García Calderón nos dice que estas declaraciones no deben escandalizar ni muchos menos preocupar a los creyentes, más bien deben recibirlas como de quien viene, esto es un no creyente

“Los creyentes deben tomar estas declaraciones con mucha tranquilidad, su fe está a salvo  mientras no invada dominios. Ahora si el creyente quiere justificar sus creencias religiosas, está perdido”.

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