La fuente de gas natural del Lote 88 no será exportada, pues se ha decidido que sea vendido para nuestro consumo interno. Ha pasado un largo tiempo para que el Lote 88 llegue a esta situación. Analizar la ruta del gas es interesante para lo que se nos viene.
Shell descubrió las reservas del Lote en 1983 con una inversión de 210 millones de dólares, que no se llegaron a ejecutar por falta de acuerdo del gobierno de ese entonces. En el gobierno fujimorista, Shell invirtió 246 millones de dólares para el Lote, pero tampoco hubo un acuerdo de ejecución.
Por lo tanto el Perú posee 6 billones de pies cúbicos de reservas de gas natural y una inversión de 457 millones que dejó la Shell. Ya en diciembre del 2000, en la nueva licitación para el Lote 88, el Consorcio Camisea (formado por Pluspetrol, Hunt Oil, SK Sonatrach Repsol) ganó la buena pro, se disponía que el abastecimiento del mercado interno estuviera garantizado por un horizonte permanente de 20 años, sin exportación
En el gobierno de Alejandro Toledo se promulgó la Ley 28552 en julio del 2005, sustituyéndolo por una cláusula que el abastecimiento al mercado interno “solo tenía que durar 20 años”, que autorizó a Perupetro a renegociar el contrato. En enero concluyó la renegociación, lo no invertido se destinaba a la exportación.
El DS-053-2010 aprobado significa volver al contrato de diciembre del 2000, el Ministerio Público y el Poder Judicial deberán investigar por qué antes, sacrificando y entregando el mercado nacional, se cambiaron las leyes con normas de menor jerarquía lo que constituye un delito. Reiteró que para satisfacer la demanda interna al margen de recuperar lo extraído en el lote 88, se deben dar precios preferenciales en las ventas dentro del país.
Con ello se recupera una demanda insatisfecha, que supera los 700 millones de pies cúbicos por día. También se contará con este recurso en cientos de comunidades en el área del proyecto de Camisea, las regalías del gas vienen financiando nuevas escuelas, centros de salud, caminos, puentes y muchos otros proyectos reducirán los impactos de la explotación de hidrocarburos en su Amazonía. Con ello debemos alcanzar la autonomía y seguridad energética.
La soberanía nacional y la seguridad energética del Perú en el largo plazo no son negociables. Ni una sola molécula de gas del Lote 88 debe salir del Perú. Lo mismo debe suceder con el gas del Lote 56.
Stephany Saenz
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