domingo, 28 de noviembre de 2010

Un técnico que se hace respetar

El fútbol es un deporte que genera muchas pasiones y el Perú no es lejano a este fenómeno global. En este nuevo proceso la selección nacional empezó bien pues se rompió una racha que teníamos desde hace trece años, en la cual Perú no ganaba cinco partidos consecutivos. Por la última fecha de las eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010, derrotó a Bolivia en Matute por uno a cero. Luego en amistosos derrotaría a Honduras, Canadá, Jamaica y Costa Rica; estos últimos tres en la era Markarián.

Empezar un proceso con triunfos es importante ya que revitaliza el ambiente grupal, entusiasma al hincha y hace que los jugadores confíen en su capacidad. Markarián es un técnico capacitado y tiene la convicción para llegar a hacer historia si clasifica a nuestra selección al Mundial luego de 32 años. “Espero que este sea el mejor trabajo de mi vida”, fueron sus palabras en su primera conferencia de prensa que dio en el hotel Los Delfines.


 Pero el partido del martes probablemente fue el peor de este proceso. Por la ineptitud del impresentable árbitro costarricense, Ricardo Cerda, un personaje vergonzoso que no cobró un penal al seleccionado peruano Jean Tragodara y tuvo poco manejo en las jugadas violentas, fue un localista en extremo. Dejó que le reclamen mucho y su desconocimiento de las reglas quedó en evidencia. Habría que presentar un reclamo por el maltrato recibido por el equipo nacional en Panamá.

El resultado fue justo a partir de la intención de Panamá para ganar el partido. Markarián quiso jugar este partido sintiendo que la localía visitante pese. Así se jugará de visitante en las eliminatorias, con la presión de la gente, con el árbitro en contra y con el rival tratando de imponer su ritmo. A partir de la inexplicable  expulsión de Zambrano a los veinticuatro minutos del primer tiempo, el equipo tuvo que replegarse mucho más. No sufrió muchos ataques y manejó la pelota en el segundo tiempo. El ingreso de Blas Pérez fue fundamental para generar desequilibrio en la bien plantada defensa nacional.

Lo que pasó después del encuentro- tras conocer el escándalo de algunos seleccionados-Reimond Manco y John Galliquio entre los implicados, se repitieron las impresiones amargas de la juerga que se vivió en el Hotel Golf Los Incas. El tema es engorroso ya que existen dos visiones acerca de la reacción y las sanciones que se deben aplicar a los jugadores que cometieron la indisciplina.

Algunos periodistas opinan que no se convoque más a los jugadores durante el proceso. “Me duele muchísimo. Esto es peor que haber perdido el partido, pero acá la cosa es clara: o quieren la selección o quieren joda. Si quieren joder que no estén en la selección”, afirmó Markarián tras descubrir el escándalo. Dijo que ya no los convocará más, mientras que otros periodistas prefieren que la sanción sea económica y moral, y que no se saque a las mejores fichas ya que el universo de los posibles jugadores es escaso.


Asimismo, declaró: “Los jugadores que yo confirme que están en indisciplina están fuera de la selección. Voy a tener que asumirlo y hacer lo que tenga que hacer, aunque no se logre el objetivo”. Una pena para el compromiso que necesita todo proceso complicado que implica el clasificar para el Mundial. Ojalá que esto sólo sea una pequeña piedra en el camino y no obstruya la labor de un profesional comprobado y que necesita del apoyo de todos para conseguir el objetivo. 

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