Cuando una jovencita se entera de que espera un bebé no deseado, lo que debe ser una alegría se convierte en problema. Estas experiencias afectan la salud integral tanto de los ellas como la de sus hijos, familiares y de la sociedad en general. Solo esperaban un disfrute sexual sin consecuencias, empero está la prohibición y no la orientación acerca de las relaciones sexuales a la edad de ellas las frenan. Las contradicciones de ese tabú en el sexo en adolescentes es un debate de gran alcance.
Las chicas
“Antonella” tiene 19 años. Estudiaba el tercer ciclo de enfermería en un instituto técnico. Ha empezado su vida sexual a los 14 años, y me cuenta que muchas veces estuvo en riesgo de embarazarse, actualmente está distanciada de su enamorado.
Acaba de dar a luz a Sofia, y el rostro de madre no se contiene e tanta felicidad, sin embargo en los pasillos del sexto piso del hospital Edgardo Rebalgiati Martins en Jesús María, la indiferencia de las otras pacientes, por no tener un esposo al costado que le acompañe, acorrala a Antonella.
“Sofía no tiene la culpa de que sus padres se peleen, tampoco es como para que me miren así”. Me comenta algo molesta, pues las otras pacientes están con su familia, y solo algunas chicas y mujeres están en su situación de madre soltera. Y cuchichean de las que saben que no tienen una pareja estable. “Si, acepto que tenía una vida muy liberal, pero no es para que me lo restrieguen gente que ni siquiera conoce mi pasado”.
“Nenita” es de la misma edad y del mismo colegio que “Antonella”, trabaja en una tienda por departamentos y fue allí donde conoció al papá de su hijo Sebastián. Decidieron formar una familia al ella quedar embarazada, sin embargo su situación no es buena, al punto de que su pareja se está comenzando a distanciar
“Luego de tener a Sebastián, mi pareja comenzó a alejarse, quizá por mi carácter o por los problemas previos que tuvimos antes y durante el embarazo, sentí su indiferencia, sus discrepancias, entre ellas que yo me había acostado con otros. Si estaba conmigo no tenía por qué decirmelo”. Me relata esto mientras mece a Sebastián para hacerlo dormir.
Ambas me dicen, off de record, que buscaban con sus parejas un momento de placer, pero la vergüenza, el “qué dirán” de su entorno más cercano, la falta de información y la propia hostilidad de la pareja tenían menos edad disminuyeron sus deseos y el derecho de saber y se dejaron llevar por la falta de información sobre sexualidad y afines.
Adolescencia y sexualidad enclosetada
Las jóvenes adolescentes se convierten en madres solteras que no tienen precaución a la hora de escoger un compañero sentimental, confunden mucho el enamoramiento con el placer, y es uno de los temas que no pueden hablarlo con sus padres.
Para la abogada especialista en salud sexual adolescente, Paula Siverino, las chicas no tienen la adecuada educación en ese tema, y los lineamientos de información omiten la genitalidad, no cuentan con la educación en valores en los chicos.“Las chicas tienen que tener en cuenta 3 sugerencias: responsabilidad con el cuerpo, decisión concientizada y autocontrol. Pueden acudir a consultas a ginecología para que ellas se informen acerca de sus derechos sexuales y reproductivos”. Confirmó Siverino.
No es la única especialista que piensa de esa manera. La reconocida sexóloga Alessandra Rampolla, a su paso por Lima, situó a la adolescencia como “…una etapa crítica en la que las hormonas se producen más y marcan lo que va suceder el resto de la vida del adolescente, incluyendo el desarrollo de la persona a nivel social y debido a la mala información de sexualidad humana existen los problemas sociales en las personas de esa edad, es normal que los chicos entiendan que sucede con su cuerpos y tener la herramienta de canalizarlos y ser más responsables, son un público muy importante que ya no están sometidos a represiones…”
Reflexión
“Antonella” y “Nenita” van por caminos diferentes. La primera aún duda de acceder a información sobre su propia sexualidad, en cambio la segunda ya está asistiendo a la ginecóloga para hacerse el chequeo correspondiente y está empezando a leer sobre infecciones de transmisión sexual, métodos anticonceptivos y derechos sexuales. Consulta información en internet a través de la página nosedesexo.com.
“Ya no tengo por qué esconder lo que hago, lo que obtengo es cada vez más importante para mi propia salud, sin embargo tengo que aprender a disciplinarme, ya no soy una chiquilla”. Me confía “Nenita”.
“Antonella” no se decide, pues está sensible con el postparto “Ahora no tengo cabeza para pensar en eso, mi niña es mi mundo”.
Y es comprensible. Los adolescentes ya no están tan reprimidos. Quieren saber, ver, explorar y disfrutar de su sexualidad. Podemos orientarlos o mirar hacia arriba para seguir enclaustrando verdades y que sigan los problemas sociales.
No solo está en los adolescentes, también es la responsabilidad del Estado ofrecer información responsable y suministrar los métodos de prevención del embarazo y las ETS a la población que requiera de esta ayuda.
Stephany Saenz
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